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Cada día más gente practica montañismo. Y con ello crece la demanda de asesoramiento y guía de especialistas tanto para el entrenamiento como para la práctica segura. Entérate por qué. La práctica de montañismo, tal como sucede con cualquier deporte, requiere estar entrenado para practicarlo de forma segura y plena. Incluso para la práctica con fines recreativos. Nos referimos a entrenamiento y preparación, porque este concepto no sólo incluye al acondicionamiento de lo físico sino también la capacitación en conocimientos teóricos y prácticos para desempeñarse de forma segura en terrenos de montaña. ¿Qué disciplinas se incluyen cuando hablamos de montañismo? Las expediciones de alta y media montaña (por encima de los 4.000 metros de altura se considera alta montaña), los trekkings por zonas de montaña (valles, quebradas, laderas, etc) y la práctica de escalada en hielo y roca. También se considera montañismo a las carreras de aventura en terrenos de montaña. ¿Por qué entrenarse para practicar montañismo? Existen riesgos objetivos de lesiones e incluso accidentes debido a esas lesiones o por mal desempeño si se practica montañismo sin haberse entrenado adecuadamente o sin la guía de especialistas. Esto aplica tanto a la práctica de montañismo con fines recreativos o profesionales. Es decir, también deben entrenar quienes sólo lo practican en su tiempo libre (vacaciones y recreación). En qué consiste un entrenamiento para subir el Aconcagua y otras montañas? Un Día de Entrenamiento El camino a la cumbre comienza varios meses antes entrenando en la ciudad. Desde ya que el entrenamiento estará enfocado en la dificultad técnica de la montaña que se tienen como objetivo y teniendo en cuenta el estado físico del participante. Al montañismo se lo define como una “actividad de resistencia general de gran fondo”, es por eso que un adecuado plan de entrenamiento deberá centrarse en trabajar