Relato: Ascenso a la Aguja Guillaumet en el Macizo del Chaltén
En diciembre aprovechamos una ventana de 3 días de buen clima y fuimos a escalar a El Chaltén, una de las mecas de la escalada en el Mundo.
Imágenes de la escalada
El viaje comenzó con Eduardo, Valentín y Facundo desde Bariloche, en 2 tramos de aprox. 9 hs cada uno, y un vivac intermedio llegamos al Pueblo de Chaltén.
La aguja Guillaumet es el primer objetivo de muchos escaladores que visitan el Chaltén, por su relativa cercanía y aproximación. Tiene 2 vías claramente más «fáciles» que las demás. Brenner – Moschioni y Comesaña – Fonrouge.
Luego de debatirlo un poco, y debido a que Eduardo y Valentín ya habían escalado la vía de CF en un viaje anterior, nos pusimos de acuerdo en que preferíamos intentar una vía nueva que nos desafíe a todos por igual y arrancamos hacia la vía de BM.
Comenzamos bien temprano a las 5 am, y arrancamos la aproximación hasta la aguja por terreno nevado, primero solo con botas y luego con crampones. Aproximadamente 2:30 horas después estábamos a pie de vía comenzando a escalar. Decidí ir primero, ya que era mi primera vez en Chaltén y estaba «que me escalaba encima». Los primeros 3 largos son relativamente simples, de 5º 3º 5º hasta llegar al crux de la vía donde hay que elegir entre 3 fisuras (según el libro de Patagonia Vertical la más fácil es la de la izquierda con un grado de 6b) – Lamentablemente para nosotros, las 3 fisuras estaban llenas de hielo y/o mojadas por la nieve que derretía desde arriba, y luego de un rato de probar alternativas, terminamos decidiendo subir por una especie de chimenea a la izquierda que era lo más seco que encontramos. Una vez pasada esta sección, nos dimos cuenta que probablemente el resto de la vía se encontraría en las mismas condiciones y ya se estaba haciendo tarde para intentar llegar hasta la cumbre. Así que decidimos bajar. Con 1 rapel hasta la base del Crux, y un rapel doble hacia el Este, donde se encuentra el couloir Amy. Ya en la base, regresamos al campamento, a recuperar fuerzas y comer el resto de la comida que nos quedaba para el día.
El día 2 nos repartimos – con Eduardo nos quedamos descansando en la carpa, contemplando las paredes de la aguja Guillaumet y durmiendo de a ratos, mientras Facundo y Valentín se fueron hacia el paso del cuadrado y luego hacia el Oeste, para ir a ver la Supercanaleta del Fitz Roy (Chaltén).
El 3 día (y el último de ventana según el pronóstico que nos pasaron unos suecos que estaban también en el campamento) decidimos continuar con nuestra estrategia de despertarnos a las 5 de la mañana y salir a toda marcha hacia la vía CF. En aprox. 3 hs estábamos a pie de vía, luego de pasar una sección de aprox. 45º con nieve «papa» alcanzamos a otra cordada de argentinos que había salido a las 3am del campamento y estaba subiendo por otra vía (Cuiñas?) y estaba avanzando muy lento.
Nuevamente arranqué yo en cordada con Eduardo, con la intención de conectar en simultáneo los primeros largos de 4º y ganar tiempo de un día que sería muy largo. Una vez que yo llevara toda la cuerda, Eduardo me seguiría. Y Facundo con Valentín comenzaría con el mismo plan, luego de dejar unos minutos de distancia por seguridad.
Los primeros 4 largos son muy disfrutables hasta llegar al crux de la vía, es un diedro de 6b+ que se puede escalar en artificial con muy poca dificultad, decidimos no intentar escalarlo en libre y continuamos en artificial hasta el siguiente largo, una travesía con mucho patio y una fisura que va horizontal hasta la siguiente reunión. Luego de 2 largos más, de 5º y 3º la vía se une a la vía Amy y BM. Desde donde siguen otros 4 largos hasta el nevé que se encuentra en la cumbre. Desde ahí son 100 metros por nieve o roca hasta la parte más alta de la aguja Guillaumet con 2579 msnm.
Obviamente festejamos un ratito en la cumbre y nos pusimos horario máximo a la 4:30 para arrancar a rapelar. Honestamente perdí la cuenta de cuantos rapeles hicimos, pero fueron casi todos simples (para minimizar las posibilidades de que se atasquen las cuerdas) y 2 dobles cuando los rapeles simples no llegaban hasta una buena reunión.
Ya en la base, el verdadero crux de la vía fue regresar por la nieve donde habíamos pasado a la ida, con pasos expuestos y ya con el cansancio acumulado, decidimos hacer 3 rapeles dobles más y minimizar las chances de un accidente.
Ahora sí, en terreno más plano solo restaba volver caminando a la carpa y disfrutar de una cumbre bien merecida!








