Cerro Tronador (3.491 msnm) en invierno – Por Gonzalo Sayavedra , ANTISoutdoor Bs.As

En invierno de 2004 nos propusimos intentar la cumbre de una montaña emblemática de la Patagonia Argentina, el cerro Tronador.  Si bien no hicimos cumbre volvimos con una convicción grabada a fuego «dejar todo más allá del resultado». Esa actitud nos conecta indefectiblemente con la pasión, y eso es así en la vida misma.

Domingo 12 de setiembre 2004

Todo comenzó una soleada mañana de domingo. Nacho y yo habíamos acordado encontrarnos en el barrio cívico de Bariloche a las 11 de la mañana. Yo venía de Bs.As y Nacho de Mendoza, a pesar de mis pronósticos Nacho estuvo exactamente a las 11am en el lugar acordado, me avisó con un bocinazo de su presencia y me olbigó a tragarme los reclamos por una tardanza que no hubo.

Luego de interiorizarnos de algunos detalles en el Club Andino Bariloche nos dirigimos hacia Pampa Linda, el inicio de nuestra aventura invernal en el Tronador. Ni bien llegados al puesto de Guardaparques avisamos de nuestro plan y estábamos listos para sumergirnos en mucha nieve. Palabras textuales de Seba De La Cruz, famoso montañista argentino que entre otros logros se destacan la cumbres en el Torre y el K2 de los Himalayas con quien hablamos antes de partir «muchachos, se equivocaron de programa, tendrían que haber venido a esquiar en vez de escalar».  También había un ingrediente que demandaba una concentración especial: estaríamos solos intentando la montaña.

Ya en Pampa Linda, el Tronador hace honor a su nombre, nos recibe con 3 estruendos la tarde que llegamos. Avalanchas de descarga de los glaciares Castaño Overo y Manso, en la Garganta del Diablo y Ventisquero Negro respectivamente.

La 1ª noche fue un campamento en el bosque antes de cruzar el Río Manso. Un medio al que no estamos habituados los que frecuentamos los Andes Centrales.

Lunes 13 de setiembre 2004

Día de ascenso hacia el Otto Mailing con un treking previo por el bosque, y ya la nieve empieza poco a poco a demandar un esfuerzo adicional para ascender.

La lluvia nos sorprende caminando y nos obliga a improvisar un refugio con lata. Una demora no prevista en el ascenso, además de mojarnos todo el equipo (camperas, medias, guantes, etc)

Martes 14 de setiembre 2004

La transición del bosque de grandes árboles al pequeño de lengas nos indica que estamos cerca del final del ascenso con vegetación. Dimos la razón a Sebastián cuando empezamos a padecer tal cantidad de nieve que caminábamos sobre las copas de las lengas! (árbol típico de esa parte de la Patagonia). Esto sucedía muy por debajo del refugio Otto Mailing, algo inusual para una expedición al Tronador..La complicación era aún mayor al tener 1 solo par de raquetas que  debíamos turnarnos para recuperarnos alternadamente de semejante esfuerzo al transitar enterrándonos a veces hasta las rodillas en el ascenso hacia el Otto Mailing, Pero la nieve nos olbigaría a armar otro campamento intermedio hacia el Otto Mailing.

Miércoles 15 de setiembre 2004

Campamento 1 ya en la montaña. Las primeras pendientes aparecen frente a nosotros. Al fondo, los picos Internacional y Argentino

Paso a paso, nos aproximamos al Refugio Otto Meiling (2000 msnm) El ascenso fue mucho más lento de lo esperado. No contábamos con tanta nieve para fines de invierno. Aún nos esperaban varias sorpresas más. Al llegar al Otto Meiling, hacemos un alto en el ascenso para preparar el equipo para tránsito en glaciares, lo que viene de ahora en más.

Al salir del Glaciar Castaño Overo, la nieve es mucha y ha ocultado la mayoría de las grietas. Armamos campamento para pasar la noche en las laderas del Tronador.

Jueves 16 de setiembre 2004

Campamento 2, la vista es espectacular. El viento se instaló como compañía desde la tarde de ayer, y aumenta cada día más. Acercándonos al «Filo de la Vieja» se ven nubes en lo alto que indican viento de altura…una señal más para tener en cuenta.

Entrando al Glaciar Manso, la nieve transforma el aspecto del Glaciar. Casi no parece que estuviéramos transitando sobre hielo.

Ascendiendo los últimos tramos del Glaciar Manso, y ya el viento es un obstáculo importante. Ráfagas huracanadas a veces nos obligan a tirarnos al suelo. Vamos a continuar ascendiendo y esperamos que el tiempo mejore.

Viernes 17 de setiembre 2004

Luego de otra noche de acampe sobre glaciares en las laderas del Tronador, estamos a 2700 msnm y nos quedan 500 m de desnivel a la cumbre del Pico Argentino. Haber llegado hasta allí requirió aguantar el temporal toda la noche de ayer.Pero el temporal no sólo no cedió, recrudeció al punto de comenzar a enterrarnos la carpa…La montaña nos deja en claro que es momento de bajar..con o sin carpa. La perspectiva es que permanezcan estas condiciones por varios días.

En un último intento por recuperar la carpa rajamos la tela y partimos un parante, pero conseguimos traérnosla con nosotros. El retorno en medio del temporal demanda atención, y mucho sentido de la orientación. Nuestro próximo objetivo es retornar al Otto Meiling. Las horas pasan y el temporal se manifiesta con toda su furia. Viento huracanado, nieve y frío se combinan para presentarnos una prueba interesante. Después de 8 horas de descenso en la tormenta, llegamos sanos y salvos al Otto Meiling. Nos espera el descanso reparador protegidos en el Refugio…mañana será otro día.

Sábado 18 de setiembre 2004

El cerro nos dijo que volvamos a intentarlo en otro momento. El tramo Otto Meiling-Pampa Linda fue una aventura aparte. Descenso por cañadones abruptos avanzando por las copas de las lengas fue una experiencia intensa. Sin saberlo estábamos practicando un deporte nuevo en grado 5 (el máximo es 6). Igual sumaría más puntos al 5 teniendo en cuenta que íbamos con las mochilas, Nacho con las raquetas y yo con grampones. De esto no tengo fotos porque se nos acabó el rollo.

Gonzalo Sayavedra, ANTISoutdoor Bs.As

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