Trekking en Los Gigantes en agosto 2017. Ese ambiente que tanto nos gusta
Trekking en Los Gigantes

En Los Gigantes vivimos una aventura de fin de semana. El aire de montaña, las caminatas y noches estrelladas nos devolvieron la energía.

Trekking en Los Gigantes en el fin de semana del 19 de agosto, compartimos el relato de Sebastián.

Trekking en Los Gigantes. Luego de aproximadamente 10 horas de viaje desde Buenos Aires, llegamos a la rotonda de los gigantes. Pagamos los permisos para ingresar, cargamos agua y arrancamos. Son aproximadamente 30 minutos de una subida moderada hasta la famosa piedra del pollito donde hicimos la primera parada de descanso. Ya se empieza a sentir el ambiente de los gigantes que tanto nos gusta a los montañistas. Hay que tener cuidado en esta parte de no seguir por la picada de la izquierda o te podes ir del camino (igual está todo claramente señalizado).

Montañas, arroyo y carpas

Y a unos 20 minutos más de subida nos encontramos a los pies del mogote Zuriaga. Se empiezan a ver las carpas de los escaladores que vienen a pasar el fin de semana a escalar las vías clásicas del cerro de la cruz y el tío (entre muchísimas otras posibilidades). Desde ahí comenzamos a seguir el arroyo hacia la zona de la aguja Vita donde vamos a armar campamento en alguno de los pocos lugares planos que se pueden encontrar.

¿Se viene tormenta?

Es notable la presencia del invierno con un viento que sopla constantemente y una nube negra que comienza a asomar desde lo más alto del valle -Truenos- los más jóvenes del grupo insultan a la suerte y declaran la mala leche. Los más añejos, acusan experiencia y piden calma. «Armemos la carpa que se viene la fiesta». Comienza a caer un poquito de nieve, casi parecen bolitas de telgopor que no se asemejan en nada a los cascotazos a los que estamos acostumbrados en Buenos Aires y en 30 minutos ya teníamos nuevamente un sol radiante. No era para tanto.

Bastante trekking, un poco de escalada

A esta altura las mochilas ya están preparadas y comenzamos a caminar hacia el cerro de la cruz. La subida desde el campamento hasta la base no son más de 20 minutos a paso tranquilo. Allí hay que buscar un bloque empotrado y escurrirse por debajo. La subida no es difícil pero hay que estar dispuesto a utilizar las manos y un poco de maña para asegurarse de no caerse en la trepada hacia la cumbre. Igualmente el granito es muy amigable con las suelas de los borcegos y nos ayuda a no resbalarnos. Desde la cumbre logramos una visión de 360° perfecta. Y a lo lejos se puede ver Carlos Paz con el lago San Roque. Más lejos todavía y detrás de las sierras, la ciudad de Córdoba inmensa. Unas fotos con la cruz y estamos listos para comenzar el descenso.

Ya en el campamento nos abrigamos para recibir la noche y calentamos un locro que nos trajimos congelado de casa. Un vinito y la noche estrellada.

Día 2

Nos despertamos con el sol asomándose sobre el valle pero todavía lejos de cubrir el campamento. Nada mejor que unos mates y un buen desayuno para prepararse para el itinerario que nos espera. Con una subida moderada-intensa de media hora llegamos al gorila y comienza el debate.
«¿Eso es el gorila?», «Yo no veo nada», «ahh creo que ahí está la boca» -muchachos.. El gorila esta del otro lado. – ya no hay dudas. Clarísimo se puede ver al gorila que está ahí mirando hacia el cielo. Nos hidratamos y encaramos hacia el próximo destino -El punto más alto de los Gigantes-

En lo más alto

Media hora más y estamos en el refugio Nores. Y en un ratito más en la cumbre del mogote. Vale aclarar que la subida es muy fácil pero tiene un pacito expuesto donde hay que tener mucho cuidado. Desde aquí se puede ver todo el Valle de los Lisos. Y allí abajo también el cerro de la cruz. Las carpas son casi puntitos fosforescentes. El viento sopla con mucha fuerza acá arriba y le decisión es unánime. -Bajemos a almorzar.
Encontramos un lugar al reparo del viento donde pudimos preparar unos sanguches de atún, y nos tentamos con una siestita al sol.

Regreso al Campamento

Para el descenso optamos por probar un camino distinto, hacia la izquierda cruzando una tranquera está la zona del refugio del club andino de Córdoba y más abajo siguiendo un arroyo está el refugio del club andino Villa Carlos Paz. El paisaje es distinto- se pueden ver muchos tabaquillos y helechos- junto a la usuales cortaderas y stipas que se divisan a lo largo de toda la zona. Seguimos por la «Picada de Gimenez» y ya estamos devuelta en el valle donde se ubica nuestra carpa. Un poco más cansados que la noche anterior preparamos un risotto de paquete que quedó increible, terminamos el vino que sobraba y nos fuimos a dormir con el día oficialmente finalizado.

Día 3

A la mañana siguiente desayunamos, desarmamos las carpas y con un viento que sentíamos que nos volábamos encaramos el descenso hacia la rotonda. El trekking en Los Gigantes había termninado, y nosotros felices de regreso a casa.


Sebastián Britos
Del Equipo de ANTIS Outdoor

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Imágenes del trekking en Los Gigantes Córdoba en agosto 2017

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